Karwoche und Ostern

18.04.2014 | 10:30 | Spagna / Spain / España | Tenerife
Parroquia de San José de Anchieta

Vía Crucis

Como cada Viernes Santo, celebramos el Viacrucis en Tenerife, partiendo de la Parroquia San José de Anchieta, donde meditamos la Primera Estación. De allí nos dirigimos a la Parroquia del Sagrado Corazón, atravesando la ciudad por la arteria principal, la Rambla de Santa Cruz. Éramos unas cien personas, en silencio absoluto, siguiendo la cruz. Las personas que se cruzaban con nosotros, o bien se paraban respetuosos, o bajaban la cabeza y seguían su camino mirando asombrados lo que allí sucedía.
También, como cada año, pero no por ello deja de ser novedad, los vecinos de las casas por las que el Via Crucis pasa, se asoman a los balcones, escuchan los cantos y las lecturas, se santiguan. Hay una residencia de ancianos hacia la mitad del trayecto en la que, cada vez que nos acercamos, nos conmueve lo que allí sucede: unos a otros se van dando la voz de alarma, y van acercándose a la terraza, cada uno como puede, en sus sillas, con los andadores, o apoyándose en el personal que se encarga de cuidarlos.
También se producen encuentros, una pareja que viene del supermercado con lo que acaban de comprar, se encuentran a un conocido, le preguntan qué es aquello, se lo dice, y nos acompañan hasta el final. Como sucedió hace dos mil años, ocurre de nuevo ante nuestros ojos: “Venid y veréis; ellos fueron y vieron”.